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  • Ana Lisbeth Salazar, mamá de un grupo de apoyo

Testimonio de Destete


Nueve años y diez meses de felicidad amamantando.

Esta ha sido mi experiencia y una de las mejores desde cuando me convertí en mamá.

Hoy mi tercer hijo está cumpliendo tres años de vida. Mi hija mayor tiene nueve años con diez meses exactos.

En estos casi 10 años tuve dos “recesos”, uno de nueve meses y el otro de dos meses, mientras Pao fue destetada primero y luego cuando Sofi fue destetada. Ahora que he tenido que hacer un viaje de trabajo de seis días y medio, y Benja está cumpliendo su tercer año, decidí que era hora de terminar.

De los tres, el proceso fue un poco más fácil con Sofi; ella lo dejó sin que yo tuviera que irme.

En el caso de Pao, fue un caso similar al de Benja, porque fue un viaje de trabajo cuando ella cumplió 3 años que también permitió dar por terminada la etapa.

Sin planearlo, quedé embarazada inmediatamente a eso y así que a los nueve meses inicié la lactancia con Sofi.

Cuando Sofi tenía dos años y diez meses, hablé con ella y el proceso llevó como una semana para que dejara el “pechito”, como siempre le hemos llamado.

Ahora que tuve la oportunidad de un viaje decidí que era hora de terminar la etapa de lactancia con Benja.

En los tres casos, les explique que el tiempo había llegado, que les di de mi leche con todo mi amor y entrega. Lo que es cierto es que para mí era un poco agotador. Poco he oído hablar sobre el desgaste físico que esto requiere de parte de una madre. Y si, requiere disponerte a ese desgaste y cuando dejan de ser bebés es más difícil porque en nuestra sociedad no es normal ver que un niño mayor a un año continúe con lactancia materna.

Lo que me llena de satisfacción es que con ninguno tuvo que haber noches u horas de llanto, porque ya era hora. Simplemente les expliqué y aunque hubieran querido seguir, entendieron que el momento había llegado.

En este viaje tuve una agenda bastante cargada, pensé que podría olvidar el asunto como por arte de magia, pero resulta que no.

Cada noche tuve insomnio, la tercera noche estaba muy agotada y decidí pensar que podría estar pasando, porque estaba con angustia y tristeza y fue ahí cuando me di cuenta que el proceso de destete no era solo para mi pequeño, sino que yo misma estaba cerrando un hermoso tiempo en la crianza de mis amados hijos.

Así que decidí orar, abrir mi corazón y llorar por la terminación de este lindo tiempo.

Estoy satisfecha porque creo que no solo los alimenté físicamente, sino fue integralmente porque cuando amamantas fortaleces su autoestima, creas un vínculo que no puede ser creado de otra forma y además aportas a su sistema inmunológico lo mejor. En mi caso, pues fueron tiempos para orar por ellos y con ellos, por eso es que se transforma en una experiencia integral.

Aprendí con esta experiencia que la lactancia materna es un tema muy importante y que el éxito de esto es que uno esté muy bien informada; debes estudiar el tema porque alrededor de ello gira tanta ignorancia y mitos que no logras superarlos con la ignorancia. Le debo gran parte de mi aprendizaje a La Liga de la Leche Guatemala. Me acompañaron en una buena parte del camino de la lactancia con Pao y Sofi. Al pagar una membresía anual tuve acceso a su valiosa biblioteca y las líderes son excelentes personas dispuestas a acompañarte en todo el proceso.

Agradezco a mi Padre Celestial el privilegio que me dio con esta experiencia. No deja de haber un poco de nostalgia que termine, pero así es, vienen nuevas etapas para nosotros.

Diciembre 2017

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Como Liga de la Leche recomendamos un destete respetuoso para la pareja lactante, Madre-Hijo. Desde el primer momento en que el bebé ingiera algo que no sea lactancia materna, se inicia el proceso de destete. Cuándo deberá terminar? finalizar la relación de lactancia es una decisión personal y sólo la madre y el bebé saben qué es lo mejor en su caso. Sin embargo podemos decir que el bebé tiene la necesidad biológica y emocional de tomar el pecho durante al menos los dos primeros años de vida y, con frecuencia, más allá. La lactancia es más que un método de alimentación: es una relación, y cada persona vive a su manera sus relaciones. El Arte Femenino de Amamantar, febrero 2017

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