Muchas veces oímos acerca de los componentes nutricionales de la leche materna, sin embargo ésta maravillosa sustancia también posee componentes no nutricionales que hacen de la lactancia la forma óptima para alimentar a l@s bebés.
Lactosa, grasa, proteína, oligosacáridos, todos ellos interfieren con los efectos tóxicos de la bacteria lactoferrina.
Acidos grasos libres, mucinas, antioxidanes, flora intestinal especializada (que dan protección) citokinas (cuya función es bloquear la inflamación, produciendo enfermedad sin síntomas), esto quiere decir que no impide que llegue el agente agresor. Sin embargo todos estos elementos de protección en la leche humana bloquean la inflamación que es el evento que produce los síntomas de la enfermedad, fiebre, diarrea, vómitos, tos, secreción nasal, dolor etc.
Pero aún hay mas en este elemento no nutricional: la Inmunoglobulina A, presente en la leche humana, se adhiere a los patógenos (causantes de la enfermedad), y también contiene glóbulos de grasa (4.5 metros por litro) que bloquean la actividad viral.
Los leucocitos y glicógenos conjugados tienen efecto bactericida y antiinflamatorio, a esto le llamo un arsenal biológico insustituible, y esto es particularmente importante ya que la infección es el mas grande riesgo de mortalidad en la infancia, en un estudio de 216 muertes en los Estados Unidos se concluyó que solo el 3.3% de bebés amantados murieron, con lactancia parcial fue el 34.3% y murió el 62% de los que estaban siendo alimentados artificialmente. (Jama 103, 735, 1934).
No se puede dejar de mencionar al carbohidrato (azúcar de la leche) mas importante en la leche humana, la Lactosa, ( la leche de humanos es la que mas lo contiene) debido a su función VITAL: se degrada en glucosa y galactosa que interviene en el desarrollo del Sistema Nervioso central, favorece la colonización del colon, llegan a vivir bacterias bífidas y lactobacilos que impiden la colonización con bacterias que causan enfermedad. Por el contrario la leche de vaca favorece que crezcan streptococos fecales y E. Coli, que son potencialmente patógenas. Esto justifica mi espanto cuando un bebé toma por ejemplo leche de soya siendo muy pequeño, de dónde sacará esta fuente de lactosa??? la leche de vaca por lo menos contiene un poco.
Maritza de Villatoro
Líder Liga de La Leche Guatemala
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