Los bebés nacen en la fecha calculada en el inicio del embarazo. Si no es así, se debe intervenir; lo que probablemente haga necesario separar a mamá-bebé. En cualquier circunstancia (parto natural o intervenido) la madre no puede ocuparse inmediatamente de su recién nacido o recién nacida, así que las enfermeras u otras personas lo hacen. Cuando llegan a casa, ella debería poder ver su leche para estar segura de que su bebé o bebés reciben alimento. Si trata de extraerla y sale poca o nada, seguro su bebé pasa hambre. Si es muy “rala”, el bebé no se llena. Los recién nacidos comen aproximadamente cada tres horas, quince minutos en cada pecho, luego duermen. Durante este tiempo los pechos de su madre se llenan y deberán estar listos, con leche, cuando despierte. Si sus pechos no se ven o se sienten bastante llenos, entonces no está produciendo suficiente. Si el bebé llora mucho, seguramente es porque se queda con hambre o peor aún, es alérgico/intolerante a la leche de su mamá. Si pasa mucho tiempo en el pecho y/o protesta, la madre no está produciendo bastante leche. Hay que complementar.
Confianza
Según el Diccionario de la Real Academia Española, la definición de confianza es, entre otras: “Seguridad que alguien tiene en sí mismo.” “Ánimo, aliento, vigor para obrar.” Otras definiciones resaltan el hecho de que es “una creencia en que una persona o grupo será capaz (…) de actuar de manera adecuada (…)”. Y que la confianza se verá “más o menos reforzada en función de las acciones”.
Un bebé necesita amor, nutrición y calor para crecer y desarrollarse. Normalmente encontrará todo esto en los pechos de su madre. No obstante, cuando el nacimiento y los primeros días de nuestro bebé en casa, no cuadran con nuestras expectativas o las de aquellos que nos rodean, es muy fácil llegar a creer que no somos capaces de proveerle con lo adecuado.
Creencias y expectativas erróneas o inexactas, minan nuestra confianza. La lactancia natural suele ser una víctima de esta crisis.Si creemos que es imposible combinar lactancia materna y trabajo fuera del hogar… Si creemos que los pechos deben “llenarse” para saber que hay leche... Si creemos que el bebé llora porque se queda con hambre... Si creemos que nuestra leche no es buena... Si creemos que lo estamos haciendo mal y que otras personas saben mejor… lo más probable es que abandonemos la lactancia materna exclusiva o la abandonemos del todo.
Pero, ¿de dónde vienen estas creencias y expectativas erróneas?
Las recogimos de lo que se dice en nuestra familia, nuestro vecindario. Lo que nos dijo una persona “con autoridad” pero que en realidad no sabe de lactancia o no la apoya con sinceridad. Lo que vemos en la televisión y el cine. Libros acerca de “cómo criar un hijo con éxito” que contienen información inexacta… etc. (Escriba en este espacio lo que usted piensa es el origen de sus creencias y expectativas, sobre lo que es la vida con un bebé o una niña o niño pequeño: _____________________________).
Escuchar a otros es bueno. Aprendemos de nuestra comunidad. Nos beneficiamos de la experiencia de quienes estuvieron ahí antes de nosotras. El desafío está en distinguir la información que nos sirve, de la que no nos sirve. El desafío es obtener el apoyo adecuado a nuestro caso. Además, especialmente en el caso de padres primerizos, somos muy vulnerables a las opiniones y consejos de amigos, familiares y “expertos”. Pueden ser bienintencionados, pero no siempre es la información y apoyo que necesitamos si lo que buscamos es una lactancia feliz.
Superando el desafío y ganando confianza
Un recién nacido sano con una madre sana, no deberían experimentar problemas con la lactancia materna. Si la madre o su bebé o ambos tienen alguna condición especial, puede ser menos fácil, pero no obligatoriamente imposible. Algo que puede ayudarnos a distinguir la información que sí nos ayudará, es reconocer la fuente: ¿Me lo está diciendo una persona que tiene en alta estima la lactancia natural, o le da igual? Este sitio de internet ¿está patrocinado por una empresa cuyo interés es vender sucedáneos de lactancia materna? Este libro o este experto ¿sus consejos facilitan la lactancia o la dificultan?
Que toda una sociedad reaprenda cómo es el comportamiento que podemos esperar de un recién nacido y cómo funciona la lactancia materna tomará tiempo. Volver a confiar un nuestra capacidad de amamantar exclusivamente es un cambio enorme. Seamos protagonistas de ese cambio día a día y compartamos nuestras experiencias normales de lactancia, ¡todas distintas y excepcionales!
Heidy Guzmán
Líder Liga de La Leche Guatemala